Aquí en Maracaibo lo sabemos bien: Después de la tempestad, siempre llega la calma… y el solazo que te achicharra hasta los pensamientos. Tal cual, como dice este versículo en la Biblia: "será como la luz de la mañana cuando sale el sol en una mañana sin nubes, que resplandece después de la lluvia, y hace que la hierba brote en la tierra”. 2 Samuel 23:4.
“Maracuchamente hablando lo interpretamos así: La luz de la mañana es como el sol después del aguacero, ¡que le hace un bien grandísimo a la tierra y hace crecer la grama!”
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Pero, cuando cae ese palo de agua que parece que el cielo se va a desbaratar, uno se acurruca, medio asustao’, esperando que escampe. En oportunidades la cosa se pone fea, con relámpagos que parten el cielo y truenos y te hacen temblar hasta el guarapo. Uno piensa: "¿Será que esto no se acaba nunca?".
La esperanza renace con el Sol
¡No te asustéis!, que como llega la lluvia, se va. Y cuando las nubes se abren, ¡prepárate!, porque aquel catire sale con una fuerza increíble. Todo parece más limpio, más fresco. Las matas levantan la cabeza como diciendo "¡Gracias, Diosito!". Y esa brisa mañanera, con el olor a tierra mojada, ¡es una bendición!
Los aguaceros de la vida: Problemas y dificultades que nos empapan
Es como en la vida, en ocasiones nos caen unos aguaceros bien fuertes: problemas, enfermedades, billete que no alcanza, peleas con la gente que uno quiere… Uno se siente como si estuviera en medio de la tormenta, sin ver la salida. Piensa que la vaina no va a mejorar nunca.
Pero así como el Sol siempre vuelve a salir después del aguacero, las cosas buenas también regresan. A veces tardan, a veces uno cree que ya no van a llegar, pero ¡paciencia, mi herman@! Así como esa grama que parecía muerta vuelve a ponerse verde con el sol, así mismo nuestro ánimo y nuestra esperanza se renuevan.
Ese sol que nos calienta el cuero y nos hace sudar la gota gorda, es el mismo que le da vida a todo. No importa si uno es rico o pobre, si vive en El Saladillo o en La Lago, ¡el Sol sale para todos!, nos da su luz y su calor sin preguntar a quién.
Ya sabéis, cuando te sintáis en medio de un aguacero, acordate de este versículo y de cómo es aquí en Maracaibo. Después de la tormenta, el sol siempre sale. Y esa luz, ¡es para ti también!, ¡pa’ que te levantes con más fuerza y sigas echando pa’ lante! ¡Que viva el sol y que viva la esperanza, carajo!
Acuérdate, siempre sale el Sol: Un mensaje de ánimo y resiliencia
Este texto, con el flamante dialecto de Maracaibo, reflexiona sobre la certeza de que después de los momentos difíciles ("la tempestad"), siempre llega la tranquilidad ("la calma") y una nueva oportunidad, simbolizada por el sol radiante. Se basa en el versículo bíblico de 2 Samuel 23:4, que compara la luz de la mañana después de la lluvia con un beneficio para la tierra y el crecimiento de la hierba. La crónica busca transmitir un mensaje de esperanza y resiliencia, recordando que, así como el sol siempre vuelve a brillar, los buenos tiempos también regresan después de las adversidades.
Hannabelle Urdaneta
Fotos: Hannabelle Urdaneta
