Los precios de la carne en los mercados locales aumentan continuamente debido a la combinación de factores como el alto costo de la producción (alimento para el ganado, energía, mano de obra, transporte) y la ley de la oferta y la demanda. Esto impacta directamente en el bolsillo del consumidor, que a veces opta por comprar alternativas más económicas, entre ellas el pollo.

Pero ahora resulta que estas alternativas se han escapado de las manos del consumidor, quien observa cómo el precio del recorte de pollo en Maracaibo varía, pero se puede encontrar aproximadamente en $2,69 por kilogramo para la venta congelada. Para la venta al detal, los precios varían más, pero el picado en general se sitúa en torno a $2,99 por kilogramo en adelante.
“Hasta las patas de pollo aumentan de precio día a día”, dicen compradores, y va quedando fuera de su alcance como alternativa, reflejando una realidad económica compleja que está ocurriendo en el país como consecuencia de múltiples factores.

Los recortes de pollo y otros cortes de carne de ave han aumentado de precio en diversas regiones, a menudo como resultado de un incremento generalizado en los precios de la carne, el alza de los costos de producción (como el combustible para el transporte) o una combinación de la demanda de proteínas más baratas y factores estacionales.

Las causas principales detrás del aumento del precio de las patas de pollo son varias. Ante el alto costo de la carne y otras proteínas, estas piezas del ave —que históricamente han sido una alternativa más económica— han visto un aumento significativo en la demanda.
Para los carniceros locales consultados por Noticia al Día, el aumento de precios no es exclusivo de las aves, sino que forma parte de una inflación general que afecta a la mayoría de los productos de la cesta básica, incluyendo carne de res, cerdo y otros alimentos.

En ciudades como Maracaibo, el aumento de la demanda ha impulsado las ventas de patas de pollo, lo que a su vez ejerce presión sobre los precios. La frase popular captura la frustración de ver que incluso los alimentos considerados más accesibles o de menor valor también se vuelven inalcanzables debido a la situación económica.
Patas pa’ arriba
El precio del pollo en Venezuela ha experimentado fuertes incrementos, aunque hay momentos de estabilidad e incluso de leves bajas.
Las estadísticas registran que, desde julio de 2025, el kilo de pollo entero aumentó un 10,02% en un solo mes, y los muslos subieron 15,34%, según Fedecámaras.

Lo que más se están llevando las amas de casa es el hígado y las patas de pollo, que se encuentran en Bs. 630 ($3,74) y Bs. 520 ($3,08), respectivamente, en algunas polleras y centros de venta ambulante de los principales mercados. En algunas carnicerías establecidas se ofrecen hasta en $4 y $5, según el tamaño.
Hasta las patas de pollo aumentan de precio; son el reflejo de una realidad económica compleja que está ocurriendo en el país como consecuencia de múltiples factores. Ante el alto costo de la carne y otras proteínas, las patas de pollo —que históricamente habían sido una alternativa más económica— han sentido un aumento significativo en la demanda.

Por qué su consumo
Se utilizan para preparar caldos, sopas, estofados y otros platos, tanto para el consumo humano como para mascotas. Médicos especialistas aseguran que son una fuente rica de colágeno, que contribuye a tener una piel más saludable, uñas y cabello más fuertes, así como a la salud de las articulaciones y los huesos, aportando minerales como calcio, fósforo, magnesio, silicio y azufre, que fortalecen los huesos y ayudan a prevenir enfermedades óseas.
Aseguran que también son una fuente de proteína de alta calidad, esencial para el desarrollo y mantenimiento muscular.
Noticia al Día/ Fotos: Cortesía