Miércoles 18 de junio de 2025
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El último PATIQUÍN de Maracaibo arriba a sus 96 años

Pero es su vocación por la medicina, su espíritu altruista y su particular forma de vestir lo que lo han hecho un patrimonio viviente de lo que nos define identitariamente como maracaiberos

El último PATIQUÍN de Maracaibo arriba a sus 96 años
Foto: Cortesía
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Rodeado del amor y el afecto de sus hijos, sus nietos y bisnietos, Manuel Nelson, “El Último Patiquín” de Maracaibo, está cumpliendo hoy 96 años de edad.

Nelson es figura icónica y símbolo vivo de la Maracaibo de siempre, de cuando La Plaza Baralt era el centro nervioso de la urbe y escenario obligado del comercio que se desarrolló en nuestra ciudad como reflejo de la pujanza de la industria petrolera.

Nacido en el estado Falcón, llegó con su familia muy niño a esta tierra que adoptó como suya, destacándose como deportista, siendo a finales de los años 40 campeón regional amateur en el peso pluma, retirándose invicto.

Su pasión por la música lo hizo destacar como cantante aficionado, participando en los programas de las principales estaciones de radio de aquellos años. Pero es su vocación por la medicina, su espíritu altruista y su particular forma de vestir lo que lo han hecho un patrimonio viviente de lo que nos define identitariamente como maracaiberos.

Durante más de 70 años Manuel Nelson acudió diariamente a la Plaza Baralt elegantemente ataviado de paltó o chaleco, corbata, sombrero y zapatos de punta en blanco, para ayudar a su prójimo.

Es de hecho el último de los hombres de una generación que llamaban “practicantes” y que en las diferentes farmacias del centro de la ciudad, especialmente en la Botica Italiana, se dedicaban a inyectar, colocar sueros, tomar la tensión y en su caso, hacer curas o prestar atención para-médica a todo quien lo necesitara.

A lo largo de décadas fue responsable de la curación de tantos y tantos pacientes, ya que además es técnico en Traumatología y Ortopedia, habiéndose jubilado luego de más de 40 años de servicio en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en salas y puestos de emergencia como los del Hospital Central Dr. Urquinaona, Hospital Universitario y Adolfo Pons.

Hoy ya jubilado y en pleno uso de sus facultades cognitivas, este modesto servidor público, patrimonio vivo de nuestra zulianidad celebra sus 96 años con la satisfacción de quien ha cumplido su misión con su familia, su trabajo, sus semejantes y su ciudad, compartiendo el amor con sus seres más queridos y el recuerdo vivo de como era nuestra ciudad en sus años mozos, un poco patriarcal, pero llena del encanto de sus peculiaridades y de ese ángel que no ha perdido ni perderá jamás.

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