Al llegar al mercado periférico de Corito, al sur de Maracaibo, preguntamos por el barrio que lleva el nombre de Ricardo Aguirre. "De aquí para allá", nos señaló con amabilidad Candy, una vecina de 54 años, con el acento en la voz de quien ha vivido cada día en esas calles. "Esta es la vía principal y se llama Ricardo Aguirre; la paralela, hace años, la gente la bautizó La Grey Zuliana, como la gaita. La calle que colinda con el barrio El Progreso la llamaron Maracaibo Marginada". Con un tono de lamento, agregó: "Los jóvenes no saben de eso, y los padres no se encargan de decírselo".

Hace 56 años, la trágica muerte de Ricardo Aguirre enlutó al Zulia y en un emotivo acto de homenaje dio nombre a este barrio. Sus calles fueron bautizadas con títulos de sus inmortales gaitas de protesta y nombres de las agrupaciones con las que cantó. Sin embargo, lo que debería ser un legado de orgullo se ha convertido en un lamento silencioso. Hoy, estas calles estrechas son intransitables, sin pavimento, sin iluminación ni identificación.

Un legado de olvido
La admiración por El Monumental se ha transformado en un reflejo de desidia y abandono. La cruda realidad de esta zona marabina es la de un sector olvidado por las autoridades. Sus habitantes, a través de los consejos comunales, se han cansado de las promesas incumplidas y de la falta de atención que ha persistido desde su fundación. "El alcalde Gian Carlo Di Martino debería ponerle la mano a este barrio y resolver los problemas. Que pavimente las calles, que están hechas un desastre, y les ponga la nomenclatura con los nombres de las gaitas", señaló la vecina a Noticia al Día, la misma petición que se ha hecho por décadas sin respuesta.
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Servicios básicos: una lucha diaria
Las calles, desgastadas y sin nombre, no son el único problema. Alessandro Vivas, vocero comunal, explicó que la vialidad principal, a la que llaman "La Grey Zuliana" por la cantidad de problemas que enfrenta, sufre por un trabajo de tubería clandestino que provoca desbordamientos de agua cada vez que llega la presión. "Hemos solicitado a Hidrolago en varias oportunidades que solucionen este problema, pero no nos hacen caso", aseguró.

En el sector, el suministro de agua llega cada 20 o 30 días, lo que obliga a muchos a comprarla a camiones cisterna. Candy Perozo e Irma Pernia, residentes de más de cinco décadas, se quejan de la dificultad de los camiones para transitar por el mal estado de las vías y también por las bocas de visita y aguas servidas.

La electricidad, según el vocero comunal, es "fatal". Mientras en otras partes de la ciudad los cortes duran unas pocas horas, en el barrio Ricardo Aguirre se pasan hasta ocho horas sin luz. La situación ha "quitado las ganas de cantar las gaitas de Aguirre", como ironizó Vivas.

A pesar de todo, la memoria del poeta de la gaita se mantiene viva en los más de mil habitantes del barrio, que hoy se divide en Ricardo Aguirre I y Ricardo Aguirre II. Los nombres de sus composiciones, como "Soberbia Gaitera", "El Hambriento", "Madre" y "La Chinita", así como los de agrupaciones como Cardenales del Éxito y Saladillo, siguen siendo un recordatorio de la combinación de tradición musical y denuncia social que caracterizó su obra, una denuncia que, lamentablemente, sigue más vigente que nunca.

Noticia al Día