Durante generaciones se ha repetido una versión simplista sobre el origen de la hallaca: que nació de las sobras que los españoles dejaban a los esclavizados durante la colonia. Esa historia es más un mito popular que una explicación histórica completa y verificada.
Para empezar, durante la época colonial no se tiraban a la basura ingredientes carísimos e importados como aceitunas, vino, alcaparras o especias europeas; estos productos tenían alto valor comercial y eran consumidos principalmente por las élites. Es improbable que terminaran como simples “restos” destinados a otros. Por eso, la hallaca no nace de sobras con sabor, sino de la evolución de un complejo choque cultural y gastronómico.
🔍 La hallaca es mucho más que “masa envuelta en hoja de plátano”. Antes de la llegada europea, los pueblos indígenas que habitaban lo que hoy es Venezuela ya practicaban técnicas de cocina que consistían en preparar masa de maíz y envolverla en hojas para cocinarla o conservarla. Estas formas culinarias prehispánicas constituyen una base ancestral de preparaciones que, con el tiempo, se fusionaron con influencias africanas y europeas.
La fusión de la hallaca
Ese proceso de mestizaje culinario —como lo han señalado historiadores y expertos culinarios como Miro Popic, José Rafael Lovera y Rafael Cartay— no fue inmediato ni casual, sino gradual. Cada grupo aportó técnicas e ingredientes que, con los años, cocinaron este símbolo gastronómico que trascendió las clases sociales y se arraigó en la identidad venezolana.
📜 La presencia de ingredientes como la pasa y la aceituna remiten a tradiciones mediterráneas heredadas de influencias europeas; la alcaparra y la almendra se vinculan a la culinaria árabe; la carne proviene del ganado introducido por los conquistadores españoles; mientras que el maíz y la hoja de banano provienen de las culturas indígenas que dominaban estas técnicas milenarias.
Además, entre los creadores de contenido contemporáneos que reflexionan sobre cultura e identidad está Carlos Berbesí, quien en sus redes plantea datos curiosos sobre tradiciones populares y cuestiona percepciones comunes sobre su origen. Berbesí, aunque no es historiador, contribuye a popularizar discusiones que invitan a profundizar en nuestras raíces más allá de los relatos simplificados.
🎄 Cada diciembre, cuando las familias venezolanas se reúnen para preparar hallacas, no solo están recreando una receta: están celebrando un legado de mestizaje cultural, un trabajo colectivo que resume siglos de encuentros, mezclas y transformaciones sociales.
La hallaca no es un tamal más, ni una creación improvisada de sobra. Es un plato que cuenta una historia compleja y rica, y cada bocado representa la fusión de pueblos, sabores y técnicas que forman parte de la memoria culinaria del país.
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Video: Carlos Berbesi
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