En el Zulia, la Navidad no se anuncia solo con las gaitas o el brillo de las luces; se manifiesta en la paciencia y el esmero de una receta que es puro sabor. La macarronada no es simplemente un plato: es una armonía perfecta de sabores y una tradición familiar que se transmite de generación en generación, llevando consigo el sello único y el "toquecito" de cada hogar.
Para el zuliano, la macarronada es identidad. Aunque muchos intenten compararla con el pasticho, la diferencia es abismal. Mientras que este último sigue una línea más tradicional, la macarronada es una explosión de creatividad que incluye elementos únicos. La zanahoria, la alcaparra, el huevo hervido, las aceitunas y las pasitas son uno de ellos. Es ese equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado que solo en el Zulia saben lograr.
Bajo la enseñanza de una experta
Hoy, Elvira Chacín nos abre las puertas de su cocina para darnos la receta de la verdadera macarronada zuliana. Ella recuerda con nostalgia que las mejores salían de las manos de su suegra, la inolvidable "Mamá Norma", y desde entonces se ha dedicado a mantener vivo ese legado.
"La macarronada no es lo mismo que el pasticho. Nunca", afirma Elvira con seguridad. "En mi casa las hacían distinto, pero cuando llegué a vivir con Norma, ella me enseñó que este plato se construye capa por capa, dejando que cada ingrediente aporte su magia".
El secreto está en la salsa Según nos explica Elvira, el gran secreto es su salsa especial. No es una simple salsa roja; es una mezcla elaborada que utiliza el caldo de las pechugas (con ajo, orégano y laurel), combinada con mayonesa, salsa de tomate (kétchup), la emblemática Salsa 57 y rodajas de cebolla y pimentón cocinadas hasta espesar. Esta mezcla es el alma que une todo el plato.
La macarronada y su toque diferente
Un rompecabezas de sabores Para Elvira, armar la macarronada es un arte donde el orden de los niveles es fundamental para alcanzar el éxito:
- La Base de Pasta: Se inicia con una generosa capa de macarrón grande y "gordo", cocido al punto exacto para resistir el calor del horno.
- El Baño de Salsa Especial: Antes de colocar cualquier otro ingrediente, se cubre la pasta con la salsa preparada, asegurando que cada bocado esté bien impregnado de sabor.
- Los Vegetales y el Huevo: Se añaden capas de papa sancochada, zanahoria y huevo hervido, que son los encargados de darle cuerpo y estructura firme al plato.
- El Queso de Año: Fundamental para el carácter marabino, se espolvorea generosamente entre cada nivel para aportar ese toque salado y tradicional.
- El Dulzor Escondido: Pasitas picaditas, aceitunas y alcaparras se reparten estratégicamente para crear ese contraste agridulce que es marca registrada de la región.
- La Charcutería y el Pollo: Jamón, salchichas, quesos variados y la pechuga esmechada bien sazonada completan esta obra maestra.
La macarronada es, en definitiva, el pasaporte de bienvenida a la mesa marabina; el sello que completa la hallaca y el pernil, elevando la cena a un nivel que solo se vive en esta tierra. Lo que empieza como una curiosidad para quien la prueba por primera vez, termina siempre en deleite absoluto al descubrir la mezcla de la papa suave, el carácter del queso de año y ese dulzor escondido que fascina al paladar.
Ahora que conoces el arte de sus niveles y el misterio de su salsa… ¿Qué esperas para armar la tuya y coronar tu plato navideño?
Will Marval / Noticia Al Día.
Fotos: Redes Sociales.
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