Manuel Rodríguez Campos reconoce la existencia de una nacionalidad canaria establecida en Venezuela desde inicios del siglo XVIII.
Los canarios aparecen ligados al repunte fundacional y poblacional que desde mediados del siglo XVII se puede reconocer en toda la América española.
El territorio venezolano será el que más incorpore canarios de manera que es el elemento más representado en la hibridación con blanco en cualquier grado. Su presencia será particularmente notoria en la provincia de Caracas.
Además, y al margen de otras entradas, se produce una incorporación de población negra en condición de esclavitud, asociada al cultivo del cacao, particularmente en la provincia de Caracas. Esto nos lleva a considerar que durante el siglo XVIII se va conformando el venezolano moderno.
Así, los blancos de orilla alcanzan un casi 24% y los pardos un casi 50%, de manera que juntos representan un casi 75% y con vínculos de distinto orden. También se puede reconocer una sociedad estamental desde el peonaje a la burguesía.
El proceso de la Independencia conduce a una situación de violencia extrema prolongada en la que se verá afectado el elemento canario y, en realidad, la población en general. Antecede a todo esto un siglo XVIII judicializado. Citaremos datos que nos permitan entender mejor.
Entre 1711-1714 José Francisco de Cañas y Merino gobernador de la provincia de Caracas escribía que más de la mitad de la población era canaria, período en que el comercio ilícito alcanza gran auge. Será encausado y destituido. El Brigadier Marcos Betancourt y Castro, natural de la población tinerfeña de Icod de los Vinos, asume la gobernación de la provincia de Venezuela (Caracas) desde el 4 de julio de 1716 con el compromiso de combatir el contrabando, pero estando implicado, será destituido en 1720. Serán comunes las situaciones de conflicto entre los gobernadores y el cabildo caraqueño.
El informe elaborado por el vasco Pedro José de Olavarriaga, en los años 1720 y 1721, sobre la Provincia de Venezuela (Caracas) señala que todos los navíos provenientes de las Islas Canarias traen familias para poblar y cultivar la provincia, a las que los gobernadores atendían mal, dándoles los peores terrenos, por lo que se encontraban en condiciones de miseria y se veían forzados a buscar su vida en otra parte, muchas veces en el comercio de extranjería (contrabando); también observa que hay muchas familias isleñas establecidas en la ciudad de Caracas que apenas pueden mantenerse con su trabajo.
Los canarios aparecen ligados a revueltas de tipo político y económico durante el siglo XVIII y a numerosas peticiones reivindicativas ampliamente referidas. Tienen papel destacado en las rutas de comercio interamericanas y estarán emplazados, en centros claves como: Veracruz, Campeche, La Habana y La Guaira, además de Curazao, La Española, Puerto Rico, y también las islas antillanas extranjeras, estableciéndose un circuito entre Canarias, México y el Caribe.
La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas se instala y funciona entre 1728-1785. Tendrá como objetivo tratar de controlar el contrabando, particularmente del cacao caraqueño que tenía como mercado principal México a través de Veracruz. Contrabando que se veía favorecido por la geografía y por la proximidad de mercados extranjeros en el Caribe, particularmente Curazao.
Controlar la evasión de impuestos, fue otra de sus tareas. Además, se ha considerado que intentó monopolizar toda la actividad económica y comercial en detrimento de los circuitos de la economía negra. A su favor se cita que: fomenta la agricultura y el poblamiento, aumenta los embarcaderos y el comercio, la navegación con España. Incorpora navíos guardacostas en la defensa del espacio de costa.
Tendrá en contra a los comerciantes holandeses, también a los ingleses quienes en 1743 atacaron infructuosamente los puertos de La Guaira y Puerto Cabello.
Se producen situaciones de descontento hacia la Compañía. La más compleja, por lo prolongada 1749-1752 y por sus efectos, es el alzamiento o insurrección o sublevación del canario herreño Juan Francisco de León, capitán poblador, fundador y teniente de justicia del pueblo de San Fernando y Nuestra Señora de la Candelaria de Panaquire 1737-1738, bajo la advocación de la virgen de Candelaria.
Se le dicta orden de aprehensión y morirá en Cádiz en 1752. Su hijo, Nicolás Cristóbal de León, será fundador de El Guapo 1776, murió en Caracas en 1790. Se producen reformas que debilitan a la compañía hasta su desaparición.
A raíz de esta rebelión Jacobo Bervegal (también conocido como Berbegal) es enviado a España por el gobernador Luis Francisco de Castellanos (1747-1749) para presentar una relación oficial de los disturbios. Sobre los canarios apunta: “Se conoce en la Provincia de Caracas con el nombre de isleños, no sólo a los nacidos en Canarias y trasladados a Caracas sino también a los hijos, nietos y posteriores generaciones de los canarios que llegaron muchos años antes …”.
De donde a la fecha de 1749 había varias generaciones de canarios en la provincia y el concepto “canarios” o, también, “isleños” identificaba tanto a insulares como nativos, es decir, incluía a los venezolanos canarios. En ocasiones el canario insular se cita como: canario europeo. Además, Bervegal los considera “perjudiciales para la tranquilidad de la provincia” y recomienda frenar su entrada. Sin embargo, habiendo libertad para emigrar, y estimulada la migración desde el territorio insular y Tierra Firme, la entrada era imparable.
Ángel Rafael Lombardi Boscán