El consumo de alcohol en los bares de San Pablo ha caído drásticamente, con una disminución del 50% durante el último fin de semana, tras las alarmantes recomendaciones del gobierno brasileño de abstenerse de beber debido a una serie de intoxicaciones por metanol. El Ministerio de Salud ha confirmado 225 casos sospechosos, con dos muertes ya verificadas y trece más bajo investigación.
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La Federación de Hoteles, Restaurantes y Bares del Estado de San Pablo (Fhoresp) advierte que esta crisis podría resultar en una caída del 30% en el volumen de negocio del sector. En un comunicado, la organización informó que algunos establecimientos han reportado pérdidas de ingresos de hasta el 50% en la última semana, especialmente en las ventas de bebidas destiladas como vodka, whisky y ginebra.
Valderi da Silva, propietario del bar Amarelinho das Batidas en Itaim Bibi, compartió que las ventas de bebidas espirituosas han disminuido un 70%. “Incluso la demanda de cerveza ha disminuido porque casi no hay público”, lamentó. Su experiencia se refleja en otros locales, como el bar Feirinha, donde el gerente Victor Bertolazzi notó un cambio en las preferencias de los clientes hacia opciones no alcohólicas.

El aumento en los casos de intoxicación, que ha afectado a varios estados brasileños, ha llevado al Ministro de Salud, Alexandre Padilha, a aconsejar a la población que evite las bebidas alcohólicas hasta que se aclare el origen de las intoxicaciones. “Nuestra recomendación es que la gente evite las bebidas alcohólicas, especialmente si no está absolutamente segura del origen de la bebida”, declaró en una entrevista con CNN Brasil.
Ante esta situación, el gobierno federal ha comenzado a distribuir etanol farmacéutico, un antídoto para tratar la intoxicación por metanol, y ha reforzado las reservas del sistema de salud pública. Además, se han llevado a cabo inspecciones en bares y licorerías para incautar botellas adulteradas, confiscando más de 7,000 desde el 29 de septiembre. Hasta la fecha, 11 establecimientos han sido cerrados provisionalmente.
El gobernador de San Pablo, Tarcísio de Freitas, ha ordenado la cancelación del registro estatal de aquellos locales que hayan vendido bebidas adulteradas con metanol, en un esfuerzo por proteger la salud pública y restaurar la confianza en el sector.
Con la incertidumbre aún presente, los bares y restaurantes de San Pablo enfrentan un futuro incierto, mientras la población se mantiene alerta ante los riesgos asociados al consumo de alcohol en estas circunstancias.
Pasante/Leila González/Noticia al Día/Infobae