Viernes 05 de diciembre de 2025
Opinión

Venezuela Sub-17: cuando olvidar también es una forma de ganar (Por el Psic. José Leonardo Caldera)

Hoy Venezuela debutó en el Mundial Sub-17 frente a Inglaterra. Y aunque muchos sólo miren el marcador, lo verdaderamente importante ocurre en un lugar invisible: la mente de estos muchachos.

Venezuela Sub-17: cuando olvidar también es una forma de ganar (Por el Psic. José Leonardo Caldera)
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Hoy Venezuela debutó en el Mundial Sub-17 frente a Inglaterra. Y aunque muchos sólo miren el marcador, lo verdaderamente importante ocurre en un lugar invisible: la mente de estos muchachos.
Porque antes de patear un balón, cada jugador tiene que enfrentarse a algo mucho más complejo: el peso del pasado.

  • El pasado de una selección que ha tenido más frustraciones que victorias.
  • El pasado de un país que muchas veces celebra con miedo, porque teme ilusionarse.
  • Y el pasado individual de cada chico, lleno de errores, sacrificios y días en los que probablemente pensó que no iba a lograrlo.
Imagen: cortesía

Pero hoy es distinto.
Hoy no se trata de borrar el pasado, sino de soltarlo. De entender que la memoria emocional del fracaso no puede guiar el presente, porque en el deporte —como en la vida— la historia no se repite, se reescribe.

Desde la psicología deportiva, sabemos que el rendimiento óptimo aparece cuando el atleta logra liberar su mente del miedo a fallar. El cerebro, en estado de tensión o ansiedad, reduce la precisión motora, ralentiza la toma de decisiones y debilita la conexión entre la intención y la acción.

Imagen: cortesía

Por eso, el desafío mental de esta generación Sub-17 no fue solo ganarle a Inglaterra; es ganarle a sus fantasmas internos.
El olvido, en este contexto, no es una negación.
Es una forma de adaptación psicológica.
Es permitir que la emoción del pasado no condicione la confianza del presente.

Cuando un equipo logra eso, deja de jugar “para no perder” y empieza a jugar “para expresarse”.
Y ese cambio lo transforma todo.

El talento de estos chicos está ahí —en la técnica, en la garra, en la velocidad—.
Pero la victoria real es la emocional: salir a la cancha sin miedo a repetir la historia, y con la libertad de escribir una nueva.

Imagen: cortesía

Quizás hoy no se trató solo de ganar un partido. Quizás se trate de demostrar que la madurez deportiva también implica aprender a olvidar. Porque, al final, hacer historia no siempre es ganar una copa.

A veces, hacer historia es tener el valor de mirar hacia adelante con fe, cuando todos te recuerdan lo que fallaste antes.

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