Sábado 08 de noviembre de 2025
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El abogado del diablo: Un reflejo de la vanidad del hombre

Las vanidades dentro del corazón del hombre resultan tan peligrosas que lo llevan a tomar decisiones de las cuales en el futuro se arrepentirá, pues la felicidad no se encuentra siempre en los logros.

Por Pasante1

El abogado del diablo: Un reflejo de la vanidad del hombre
El abogado del diablo (1997). Foto: Cortesía.
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Si todo lo que queremos está al alcance de nuestras manos, la pregunta es, ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar por ello? Esta es la pregunta que se plantea como premisa central al ver la película "El abogado del diablo".

Quizás aquellas cosas que tenemos actualmente resultan insuficientes. Puede que creamos que podemos tener cosas mejores que quizás logren satisfacer nuestros deseos. Estos son los pensamientos en la mente de Kevin Lomax, el personaje que conoceremos en la travesía que representa "El abogado del diablo".

El abogado del diablo (1997). Foto: Cortesía.

Comúnmente, existe la creencia compartida de que más es mejor, quizás porque a primera vista eso parece. Este es el caso de Kevin Lomax, un abogado penal que no conoce la derrota, pues a final de cuentas, "él no pierde". En la mente de Lomax, el lugar donde se encuentra es muy pequeño porque él puede hacer más.

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El que busca, encuentra, y Lomax halló la manera de escalar, de subir a un punto tan alto que mirar hacia abajo produce una gran sensación de vértigo. Pero ¿qué es lo que este personaje dejó atrás para lograr "progresar"?

El abogado del diablo (1997). Foto: Cortesía.

¿Una buena vida?

Una esposa que lo ama, una madre que lo adora y un trabajo estable es lo que Kevin Lomax tenía antes de dar el "salto". Pero esto no era suficiente, siempre podía ser mejor. Esta perspectiva lleva a nuestro protagonista a dejar de lado una vida que nada tenía para despreciar, que aunque con sus dificultades, se hacía apreciar.

¿Qué es una vida mejor? Lomax con base en su talento se catapultaría a un puesto de poder que muchos envidiarían, manejando casos penales que, aunque inmorales, lo mantenían en una posición muy beneficiosa. Cambió un pequeño apartamento por una hermosa casa, un auto antiguo por uno del año y sus trajes baratos por unos de diseñador.

El abogado del diablo (1997). Foto: Cortesía.

En apariencia, la vida de Kevin es mucho mejor, aunque al precio de no ver a su esposa más que unas pocas horas y de tener una hermosa casa vacía sin el calor de un hogar. Pero claro, esto no era visible para el hombre que venía de un pequeño apartamento.

¿Existe un límite?

Detenerse sería la mejor opción, irse a tiempo es una victoria. Pero para alguien como Kevin, una derrota no es permisible, incluso si eso significa defender a un asesino y abandonar todo lo que en algún momento le trajo mucha felicidad.

El abogado del diablo (1997). Foto: Cortesía.

Ser el mejor implica no perder y Kevin Lomax no pierde, o eso es así hasta que llega el momento de pagar el precio por obtener todo lo anhelado, y el abogado prodigioso lo pagó con creces, aislado en un punto tan alto que no se puede mirar para abajo.

Y es que las vanidades dentro del corazón del hombre resultan tan peligrosas que lo llevan a tomar decisiones de las cuales en el futuro se arrepentirá, pues la felicidad no se encuentra siempre en los logros.

"He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas". Mateo 10:16.

Noticia al Día / Reyhans Quiroz

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