El príncipe Harry y el rey Carlos III llegó a un acuerdo significativo después de su reciente encuentro en Londres, conocido como la "cumbre de paz".
Durante esta reunión, que tuvo lugar en Clarence House, se establece que el príncipe Harry pasará más tiempo en el Reino Unido, pero siempre bajo las condiciones impuestas por su padre, el rey. A pesar de su mayor presencia, Harry no participará en la agenda institucional de la monarquía británica.

Este encuentro se produce en un contexto de intensa actividad para la monarquía británica, especialmente tras el regreso del rey Carlos III de su retiro en Balmoral. En los días previos, el rey ha participado en eventos significativos, como el funeral de la duquesa de Kent, y ha recibido al expresidente Donald Trump con honores de Estado.
Carlos III respeta las decisiones de su madre, la difunta Isabel II, quien ya había establecido que no puede haber miembros "mitad dentro, mitad fuera" de la familia real. Esto significa que el príncipe Harry podrá regresar a Londres con regularidad, posiblemente cuatro o cinco veces al año, para eventos públicos, pero estos no estarán vinculados a su rol dentro de la monarquía.

A pesar de rumores sobre una posible colaboración entre Harry y su hermano, el príncipe Guillermo, en la reducción de su carga de trabajo, se sugiere que esta idea podría haber sido malinterpretada. El entorno del palacio aclara que Harry no tiene interés en asumir funciones oficiales ni en participar en actividades que involucren directamente a la Familia Real británica.
Así, el rey Carlos III continúa con el legado de su madre, manteniendo la separación de funciones entre la familia real y los Sussex, mientras se abre una nueva etapa en la relación entre padre e hijo.


Pasante/Leila González/Hola!/Noticia al Día