El Papa León XIV recibió este domingo la emblemática maglia rosa del Giro de Italia y brindó su bendición a los ciclistas antes de la última etapa de la competición, celebrada en Roma. El pontífice destacó la importancia del ciclismo y calificó a los corredores como "modelos para todos los jóvenes del mundo".
"Bienvenidos al Vaticano. Es un placer poder saludarles en esta última etapa del Giro de Italia. Espero que para todos vosotros esta sea verdaderamente una jornada bellísima", expresó el Papa junto a la monja Raffaella Petrini, la primera mujer en ejercer el Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Reconocido por su afición al deporte, León XIV agradeció a los ciclistas por su entrega y dedicación, subrayando la necesidad de cuidar tanto el cuerpo como el espíritu. "El ciclismo es tan importante como el deporte en general. Les doy las gracias por todo lo que hacen, son modelos de verdad", afirmó.
Tras impartir su bendición apostólica, el pontífice dio paso al inicio de la etapa, en la que los corredores recorrieron 3 kilómetros dentro del Vaticano. La ruta incluyó lugares emblemáticos como la basílica de San Pedro, los Jardines Vaticanos y la Gruta de Lourdes, antes de salir hacia territorio italiano por la Puerta del Perugino.
La jornada, que contó con el británico Simon Yates (Visma Lease a Bike) como virtual campeón, también sirvió como antesala del Jubileo del Deporte, evento que reunirá a deportistas y aficionados en Roma los días 14 y 15 de junio en el marco del Año Santo.
El Giro de Italia ha tenido una estrecha relación con el Vaticano a lo largo de la historia. Pío XII recibió al pelotón en 1946, Pablo VI inauguró la edición 57 en 1974 y Juan Pablo II acogió a los corredores en el gran jubileo del 2000, reafirmando el vínculo entre el ciclismo y la Santa Sede.
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