En una notificación oficial dirigida al Olympique de Lyon, Botafogo confirmó la venta del mediocampista zuliano Jefferson Savarino por 48 millones de reales (aproximadamente 7,6 millones de euros). Aunque el acuerdo se formalizó en marzo de este año, no fue revelado públicamente hasta ahora.
El traspaso se enmarca en una compleja red de negociaciones entre clubes vinculados al Grupo Eagle, conglomerado que gestiona tanto al equipo brasileño como al francés. A pesar de la transferencia, Savarino continúa jugando con Botafogo, ya que su contrato permanece vigente con el Fogão.
El documento presentado por la Sociedade Anônima do Futebol (SAF) también revela que Luiz Henrique, Igor Jesús y Jair fueron negociados por valores inferiores al mercado, en un intento por reforzar al Lyon y evitar su descenso. Sin embargo, la DNCG, organismo regulador del fútbol francés, bloqueó la inscripción de nuevos jugadores, obligando al club a venderlos a equipos como Zenit y Nottingham Forest.
Ante esta situación, Botafogo exige al Lyon el pago de varias deudas relacionadas con estas transacciones, lo que añade tensión a una relación interinstitucional que parecía estratégica pero ahora enfrenta obstáculos financieros y administrativos.
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