Lunes 01 de septiembre de 2025
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José Gregorio Hernández: El niño que soñaba con ser pianista profesional y terminó estudiando medicina

A propósito de los preparativos para su canonización, el equipo reporteril de Noticia al Día para celebrar y mantener vivo su legado, ha preparado una serie de seis trabajos especiales a través de los cuales se explorará en detalle su trayectoria como estudiante y profesional de la medicina. En esta primera entrega, abordaremos los aspectos más importantes de su niñez y adolescencia.

José Gregorio Hernández: El niño que soñaba con ser pianista profesional y terminó estudiando medicina
Desde muy temprana edad, "El Venerable" demostró aptitudes que luego lo llevarían a convertirse en el médico de los pobres. Foto: RRSS.
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La vida del ilustre Doctor José Gregorio Hernández Cisneros, considerado por la iglesia católica como una de las figuras religiosas más veneradas de Venezuela, estuvo marcada desde su infancia por un profundo compromiso con el conocimiento y la vocación de servicio.

A propósito de los preparativos para su canonización, el equipo reporteril de Noticia al Día con el fin de celebrar y mantener vivo su legado, ha preparado una serie de seis trabajos especiales a través de los cuales se explorará en detalle su trayectoria como estudiante y profesional de la medicina. En esta primera entrega, abordaremos los aspectos más importantes de su niñez y adolescencia.

José Gregorio llegó al mundo el 25 de octubre de 1864 en Isnotú, municipio Rafael Ragel en el estado Trujillo, en un período de profunda reestructuración política en el país. En ese entonces, estaba en plena vigencia la Constitución Federal de 1864, que había establecido el nombre de la nación como Estados Unidos de Venezuela, poco después de la firma del Tratado de Coche, que puso fin a la Guerra Federal.

Sus primeros años de vida transcurrieron en su pueblo natal, donde sus padres, Benigno Hernández Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros Mansilla, le inculcaron los valores que lo definirían durante su trayectoria profesional. A los 9 años, sus estudios formales iniciaron en una escuela local a cargo del educador Pedro Celestino Sánchez, un maestro zuliano y guardiamarino retirado.

Al mismo tiempo, desarrolló inclinación por la música clásica y esto lo llevó a estudiar el piano, pues soñaba con convertirse en un pianista de renombre mundial. Sin embargo, la vida le presentó otras oportunidades que aprovechó tanto como pudo tras su partida de los Andes Venezolanos.

El 6 de febrero de 1878, a sus 13 años de edad, José Gregorio emprendió un viaje que cambiaría su vida. Acompañado por el senador Jesús Romero y el diputado Francisco Vásquez, partió hacia la Gran Caracas para ingresar como interno en el prestigioso Colegio Villegas.

Bajo la dirección del Doctor Guillermo Tell Villegas y su esposa, Doña Pepita Tell de Villegas, José Gregorio se desempeñó como estudiante interno desde 1878 hasta 1882. Durante este tiempo, cursó sus estudios preparatorios y filosóficos, necesarios para optar al grado de Bachiller en Filosofía.

El joven estudiante se destacó como un diligente observador y vigilante de la disciplina y el orden. Además, asumió la notable responsabilidad de ser catedrático de aritmética en una de las secciones escolares, aun siendo alumno.

Al iniciar sus estudios universitarios, José Gregorio mantuvo su vocación pedagógica, siguió trabajando como profesor en el Colegio Villegas y continuó residiendo en sus instalaciones, un claro reflejo de su constancia y su espíritu de servicio.

Su compañero, el Dr. Juan de Dios Villegas, al recordar aquellos tiempos del Colegio Villegas, refiriéndose a su amigo y paisano José Gregorio, en su “Elogio del Dr. José Gregorio Hernández” de 1919, en la Academia Nacional de Medicina, expresó:

“Mi admiración más respetuosa…ante el recuerdo querido del respetado compañero, en quien yo me acostumbre a ver siempre como a un ser muy superior, ya en nuestra vida de colegiales, en los claustros del renombrado instituto de mi ilustre tío y uno de mis inolvidables bienhechores, el Dr. Guillermo Tell Villegas; o en las aulas universitarias , en donde juntos cursamos la Medicina; o en las clínicas, hospitales y laboratorios europeos; o en las diarias luchas de nuestra amada profesión, que tanto supo él enaltecerla”.

Noticia al Día / Con información de Rafael Ángel Terán Barroeta

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