La noticia de la muerte del Vicario de Cristo a los 88 años ha generado profunda consternación en la Iglesia Católica de Maracaibo. El fallecimiento del Pontífice, quien fue el primer Papa latinoamericano, ha sido recibido con gran tristeza y pesar por parte de la comunidad religiosa y de los fieles católicos de Maracaibo y el resto del país.

El presbítero de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Nedward Andrade Govea dijo que: "siempre la muerte causa tristeza porque significa dejar de poder tener presente en nuestra realidad a un ser querido como lo ha sido el papa Francisco". "Sin embargo a lo mejor no habrá ahora una cercanía física pero si espiritual, saber que desde la santa sede congregaba a todo el pueblo cristiano católico", consideró.
Se refirió a la última aparición del sumo pontífice en la celebración desde el balcón de la basílica de San Pedro, donde ofreció la tradicional bendición ."Acabamos de disfrutar de la celebración de su vigilia pascual del centro de nuestra fe, que nos habla, precisamente de ese paso de Jesucristo hacia el padre y nos habla de salvación y vida eterna, y el Papa Francisco con mucha humildad y profundidad a la vez, nos ha dado testimonio hasta el último momento de esa fe en Jesucristo, indicó el presbítero.

El Padre Nedward consideró: "El Papa Francisco, el de las periferias, no solo físicas sino humanas, el de la misericordia, el papa de la ecología, el papa que ha salido con olor de oveja a atraer al más distante y nos bendecía ayer a la ciudad de Roma y mundo entero y a la vez nos deseaba felices pascuas, no sabiendo que tal vez, esa iba a ser su última bendición, lo hizo, partiendo a la casa del Padre con las botas puestas", diciéndolo así en un lenguaje nuestro comentó el representante de la iglesia católica.
Gracias por el servicio a la humanidad
El presbítero José Andrés Bravo, Director del Centro Arquidiocesano de Estudios de Doctrina Social de la Iglesia, dio las gracias al Santo Padre por entregar su vida al servicio de la Iglesia y desde ella, a la humanidad. "Gracias Padre que nos dejaste en el peregrinar de la esperanza. "Verdaderamente, la Iglesia sigue viva, uniendo a la humanidad como una comunidad fraterna. Gracias amado pastor de los pobres", reiteró.
Un padre con olor a oveja
Para el padre Eleuterio Cuevas, párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, el papa fue un Padre con "olor a oveja" y de las periferias, en busca de los predilectos del Señor. Hoy encomiendo al Señor resucitado su alma para que reciba el premio a sus desvelos y sacrificios por la Iglesia.

Recordó que, la elección providencial del Santo Padre Francisco hace 12 años fue de grandes bendiciones para la Iglesia Universal y para el mundo entero. Su formación como Jesuita y su procedencia Latinoamericana con su descendencia Italiana, le permitió encarnarse rápidamente en el ambiente romano.
Dijo Cuevas que, su dinámica comunicación con el Cuerpo Consular de la Santa Sede, mas de 180 nuncios y delegaciones pontificias le permitieron conocer de primera mano las situaciones de la Iglesia Universal. El dinamismo incorporado a las visitas de las Conferencia Episcopales del mundo entero durante 8 días le permitía convivir con ellos, escucharlos a cada uno y consolarles en sus duras tareas episcopales, corregir algunas anomalías que se pudieran presentar y hablarles de los proyectos sinodales de la Iglesia Universal, consideró.
Actividad hacia las periferias, un legado
El Papa Francisco luchó en doce años de pontificado a favor de la justicia social por la defensa de los más pobres, los marginados trabajando por la inclusión, dijo el presbítero Miguel Antonio Ospino Martínez, párroco de San Tarcisio.
Recordamos que el Papa resaltó el tema de salir a las periferias, aquellos lugares fuera de la iglesia en sí y nos deja ese legado especial.
Hay que mantener viva su llama
Con profunda tristeza, la comunidad de la Parroquia San Isidro Labrador se une al duelo mundial por el fallecimiento del Papa Francisco. Su legado de humildad, servicio y cercanía a los más necesitados permanecerá imborrable en nuestros corazones, dijo hoy el presbítero Silverio Osorio, párroco de la Parroquia San Isidro Labrador.

En estos momentos de reflexión, como Iglesia, nos compete mantener viva su llama, continuar su incansable labor por la justicia y la paz, y ser testigos del amor de Cristo en cada rincón del mundo.
Desde nuestra parroquia, imploramos al Espíritu Santo que ilumine a los cardenales en la elección del nuevo pontífice. Anhelamos un Santo Padre que, inspirado en el ejemplo de Francisco, esté dispuesto a seguir construyendo puentes, promoviendo el diálogo interreligioso, y guiando a la Iglesia con sabiduría y fortaleza en los desafíos de nuestro tiempo, señaló.
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