Existen textos que, al leerlos, el cerebro interpreta que hablan de una persona en específico. Pero a pesar de lo que se podría pensar, esto puede ser a causa del efecto Barnum, un fenómeno psicológico donde las personas asumen descripciones muy generales como si fueran específicas y únicas para ellas.
El efecto Barnum, también conocido como efecto Forer, intenta explicar un fenómeno recurrente en el día a día, la tendencia de las personas a aceptar afirmaciones vagas, ambiguas y poco concretas como una realidad personal.

Este fenómeno se evidencia claramente en los horóscopos, que aprovechan el sesgo psicológico para crear descripciones que en apariencia están dirigidas a una persona en especial, pero que en realidad logran que cientos de personas se sientan identificadas con el mismo texto.
Origen
El efecto debe su nombre al psicólogo Bertram R. Forer, quien se dedicó a realizar experimentos para poner a prueba la personalidad de las personas. Forer se encargó de aplicar una prueba de personalidad a un grupo de sus estudiantes.
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La descripción de la personalidad que entregó a cada uno era exactamente la misma para todos. Sin embargo, cada alumno se vio reflejado en el texto, a pesar de ser individuos con personalidades y gustos muy distintos.

“Eres una persona que se adapta a los cambios, si sientes que tu vida te limita buscas la variedad”, es un ejemplo de descripción que se enmarca en el efecto Barnum, utilizando rasgos generales que parecen personales.
Los experimentos demostraron que las personas presentan una tendencia a aceptar descripciones con rasgos amplios como si las hubieran creado específicamente para ellas. Esto se debe a que, si formulan el texto de la manera correcta, aprovechan los rasgos en común que comparten la mayoría de las personas y los disfrazan como si fueran atributos únicos.

Usos
El efecto Barnum se ha convertido en un recurso habitual en distintas áreas, como la mercadotecnia, para intentar conectar con los consumidores mediante puntos en común que parecen ser muy personales.
De la misma manera que este fenómeno psicológico es una herramienta para conectar, también pueden usarlo para confundir o disuadir. Puesto que se basa en información aplicable a la mayoría de los casos, puede dar a la persona una impresión de algo cuando en realidad es otra cosa, llegando incluso a engañar.
Noticia al Día / Reyhans Quiroz