La provincia de Maracaibo, desde su apertura al mundo de las luces y la información, marcó un hito con las primeras publicaciones periódicas en la región, comenzando con El Correo Nacional en 1821, impreso por Andrés Roderick. Este fue el punto de inicio del periodismo zuliano.
La llegada de la imprenta a Maracaibo revolucionó la cotidianidad de sus ciudadanos, ya que la publicación de periódicos contribuyó a la regulación del corpus social. Muchos hombres y mujeres se dedicaron a informar y educar a la población a través de las diversas publicaciones que se imprimían en la región.
En los periódicos maracaiberos participaron los más notables hombres de letras que se destacaron como periodistas. Podemos mencionar a algunos de ellos: Demetrio Lossada, Monseñor Dr. Mariano de Talavera, Valerio Perpetuo Toledo, iniciador del periodismo zuliano; Eduardo López Rivas, periodista e impresor de El Zulia Ilustrado y El Fonógrafo, obras excepcionales del periodismo americano de la época; y Manuel María Fernández, José María Rivas, Adalberto Toledo, Víctor Raúl Sandoval, y Benito H. Rubio, quienes desempeñaron varios roles propios de la práctica periodística, como reporteros, redactores, correctores, diagramadores y directores de publicación.
La región zuliana fue pionera en el periodismo nacional moderno, gracias al ingenio, la creatividad y la visión expansionista de la comunicación, dejando una huella indeleble en los anales de la historia del periodismo, no solo a nivel regional, sino también nacional, impactando la práctica y cotidianidad del ejercicio de la profesión informativa.
Un caso destacado es el de Valerio Perpetuo Toledo, un connotado periodista, poeta, editor y fundador de diversas tribunas informativas, quien en 1859 inauguró las publicaciones diarias en el Zulia.
Aproximación Cronológica
El destacado pionero del diarismo regional nació en Maracaibo en 1828. Desde su juventud, comenzó a trabajar en la imprenta, aprendiendo todo sobre su funcionamiento y manejo, convirtiéndose en su pasión y profesión.
En 1854, en compañía de Pedro José Hernández, publicaron dos importantes periódicos para la región zuliana. El Mara, publicado el 6 de mayo, era un periódico semanal de carácter informativo general, que incluía algunos avisos comerciales. Su precio era de tres cuartos de real, y la suscripción costaba ocho reales por trimestre.
El 16 de septiembre de 1854, salió a la luz El Mendigo Hablador, un periódico semanal de carácter crítico-satírico. Tenía cuatro páginas de media hoja, y sus redactores fueron Pedro J. Hernández y Valerio P. Toledo, siendo editado por Hernández. El precio del ejemplar era de un real y se vendía al pregón.
En 1858, fundó El Sobrino de El Mendigo, un periódico semanal de carácter crítico-político, mientras que El Faro, de publicación bisemanal, ofrecía noticias generales y algunos avisos comerciales.
Para 1859, creó El Correo de Occidente, un periódico bisemanal de carácter general con avisos comerciales. Ese mismo año, Valerio Perpetuo Toledo, en su visión expansionista de la información, rompió paradigmas e innovó al publicar El Diario de Maracaibo, el primer periódico con publicación diaria en Zulia y el occidente del país, un acontecimiento periodístico inédito.
El Diario de Maracaibo tuvo una vida corta, con un total de 143 números, redactados por Valerio P. Toledo. Su precio era de un real sencillo, y allí se publicaba información de carácter general y político sobre Maracaibo.
En 1879, Valerio P. adquirió una imprenta a vapor y, desde su taller tipográfico, comenzó a publicar en 1880 Los Ecos del Zulia, cuyo primer número apareció el 2 de septiembre, según refiere Alicia Pineda en su libro 100 años del periodismo en el Zulia (1994: 93).
Los Ecos del Zulia circuló como un diario vespertino (así lo indica en el cabezal del título al anunciarse como “Diario de la tarde”) de carácter general, dedicado a “Comercio, Industria, Política, Ciencias, Literatura, Comunicados y Anuncios”. Además de Valerio P. Toledo, quien figura como Director y Editor, se mencionan como Gerentes y Administradores al Br. Fermín Orozco Suárez y Valerio P. Toledo, hijo. Este periódico se publicaba todos los días, menos los feriados, de lunes a sábado, y se repartía a domicilio sin hora fija. El valor de la suscripción por cada serie era de 5 bolívares, “que se abonarán al recibir el segundo número de cada serie. Los que no satisfagan la suscripción en esta forma, no recibirán el siguiente número. Los números sueltos valen 1 bolívar cada uno”, según reza en las condiciones presentadas a los lectores debajo del cabecero.
En cuanto a suscripciones, remitidos y anuncios, se establecía que los avisos permanentes debían ser abonados por mensualidades anticipadas. La última edición revisada fue la del 21 de junio de 1886. Se imprimía en la calle Bolívar, esquina de la Casa Fuerte, en Maracaibo. Este diario circuló hasta el año 1920, siendo su último redactor el poeta Elías Sánchez Rubio.
Valerio Perpetuo Toledo es uno de esos grandes periodistas de la región, digno de admirar y estudiar por su templanza e innovación en el periodismo zuliano. Su labor sirvió de estímulo para que otros medios impresos de la época lograran publicar diariamente, lo que suponía un reto y, sobre todo, un compromiso con la información y la educación de la ciudadanía.
Dr. Alfredo Reyes Labarca CNP#24581
Investigador de la Historia del Periodismo en Zulia
