Cinco años de trabajo y 1.500 informes enviados por todas las academias hispanohablantes han servido para elaborar la segunda edición de la Nueva Gramática de la Lengua Española, presentada este jueves 12 de junio en la sede de la Real Academia Española (RAE) en Madrid.
Publicada conjuntamente por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), se trata de una obra más detallada y que pone mayor énfasis en lo didáctico y en los fenómenos dialectales, según explicaron Ignacio Bosque, académico de la RAE y director de la obra, y Cristina Sánchez, académica electa y coordinadora de la edición.
Por primera vez se incluyen variedades del español de Guinea Ecuatorial o del judeoespañol.
La obra se compone de tres volúmenes, uno más que la primera edición, y habrá tres versiones: una de referencia, otra manual y una básica.
La idea es llegar «a todos los hispanohablantes», subrayó Sánchez, a los profesionales de la lengua, profesores e investigadores, pero también a todo aquel que quiera conocer sus usos.
Bosque hizo hincapié en que, con la internacionalización del español, las diversas formas de hablarlo en todos los territorios son más conocidas y esta obra responde a una mayor «apertura» a esos usos.
«A veces se nos olvida que el 90 por ciento de los hispanohablantes del mundo están en América», dijo.
Aunque en los últimos quince años, desde que se presentó la primera edición, la lengua no ha cambiado mucho, los expertos han tenido a su disposición más información y recursos: se han incorporado como fuentes casi 300 títulos nuevos, casi todos americanos, y se han manejado en torno a 18.000 referencias bibliográficas.
La nueva gramática es una obra a la vez normativa y descriptiva, que busca el equilibrio entre tradición y novedad y que revisa tanto aspectos morfológicos como sintácticos.
Durante la presentación citaron ejemplos como la gran variedad de sufijos diminutivos, entre los primeros, y expresiones como «ir con un equipo» (España) o «irle a un equipo» (Argentina), entre los segundos.
Además, se recogen esos usos incluso cuando no sean los recomendables.
Sánchez puso el ejemplo del «deísmo» en el centro de España («esto me hizo de pensar») o el «dado a que» registrado en las Antillas, Chile o Estados Unidos.
Como ejemplos de las variedades dialectales del español de Guinea Ecuatorial mencionó «ello está ahí» (en lugar de ‘eso’) o «pueda que llueva» (en lugar de ‘puede’), y del judeoespañol el uso de ‘cualmente’ en lugar de ‘como’ o ‘malgrado’ en el sentido de ‘a pesar de’.
En cuanto al mayor esfuerzo didáctico, Sánchez se refirió al uso genérico del masculino, cuestionado en los últimos años desde algunos sectores y que aquí «se explica mejor».
El director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, recordó que esta revisión se propuso en el XVI Congreso de la ASALE (Sevilla, España, 2019) y se presentó por primera vez en el congreso de la lengua celebrado en noviembre pasado en Quito.
Noticia al Día/EFE