El Palau Sant Jordi fue testigo de una nueva exhibición de Raphael, quien a sus 82 años reunió a más de 6.000 personas en una noche cargada de simbolismo.
El concierto, marcado por una puesta en escena teatral donde cada ovación parecía el cierre de una era, sirvió para confirmar el excelente estado de forma del cantante tras sus recientes baches de salud.
Clásicos como Yo soy aquel, Escándalo y Digan lo que digan. Homenajes a Edith Piaf, tangos como Malena y una sentida interpretación de Violeta Parra disfrutaron los asistentes.
Pese a la solemnidad de su puesta en escena, el artista ya tiene cerrada su agenda para 2026 con fechas en España, México y EE. UU.
Noticia al Día/EFE