En la calle Traven del barrio Mariño, en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, un rincón especial mantiene viva una hermosa tradición. Allí, el señor Octavio, desde hace más de 40 años, ha hecho felices a miles de niños con sus papagayos, regalando cielos de colores a los más pequeños del país.
Elaborados con materiales sencillos pero con inmenso amor y esmero, sus hermosos papagayos son alusivos a los símbolos y aves de Venezuela. Según sus clientes, estos tienen un costo que varía entre 200 y 400 bolívares.
Son varias las generaciones que han disfrutado de los productos hechos por las manos de este hombre. Quienes lo conocen expresan su admiración y agradecimiento por alegrar la niñez de sus hijos e incluso de sus nietos.
Asimismo, sus vecinos resaltan la amabilidad con la que recibe a sus clientes, un trato que ha sido clave para que en ese pedacito de Venezuela se mantenga viva esta hermosa tradición.
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