Niños que no duermen porque las luces permanecen encendidas toda la noche, radios que suenan sin cesar, agua potable limitada y comida de baja calidad. Así describen las familias migrantes las condiciones del Centro Residencial Familiar del sur de Texas, en Dilley, reabierto por orden del presidente Donald Trump tras haber sido cerrado durante la administración Biden.
El Centro para Derechos Humanos y la Constitución ha documentado decenas de testimonios que revelan la situación dentro de la instalación operada por la contratista Core Civic y supervisada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Su director ejecutivo, Sergio Pérez, explicó a Univision Noticias que muchos menores sufren graves afectaciones físicas y emocionales. “Hay niños con autismo o leucemia que no reciben atención especial; otros no duermen por el ruido constante y la iluminación permanente. Incluso deben pagar por el agua embotellada”, denunció.
Pérez advirtió que las familias enfrentan un trauma severo tras huir de contextos de violencia y pobreza extrema. “Hay padres que, antes de llegar a Dilley, pasaron días detenidos en oficinas de aeropuertos. Algunos son presionados para autodeportarse o terminan entregando a sus hijos a familiares en Estados Unidos para evitarles la sensación de estar en una prisión”, relató.
“Vamos a tener una generación de niños dañados por estas experiencias, en violación de nuestra Constitución”, alertó Pérez.
Univision Noticias revisó cerca de 60 testimonios reunidos por organizaciones civiles que sustentan la defensa judicial del Acuerdo Flores, que desde 1997 fija estándares mínimos para el trato de menores bajo custodia del gobierno, incluyendo acceso a educación, recreación, alimentación y límites al tiempo de detención. El gobierno de Trump ha buscado eliminar este acuerdo en varias oportunidades.
Consultado sobre las condiciones en Dilley y el cumplimiento de dichas normas, ICE no respondió.
Mientras tanto, los relatos de padres e hijos siguen acumulándose: historias de noches sin descanso, enfermedades sin tratamiento y niños que solo piden volver a casa.