Sería la abogada y arqueóloga Kathleen Martínez, de nacionalidad dominicana, la persona que se cree está más cerca de encontrar la tumba perdida de la monarca egipcia Cleopatra, un misterio sin descifrar por más de 2,000 años.
La dominicana Kathleen Martínez daría un salto del derecho a la arqueología a causa de su gran interés en la cultura egipcia y la vida y obra de Cleopatra.
Debido a su profesión como abogada penal, a esta se le otorgaría el rol como diplomática entre República Dominicana y Egipto, lo que conseguiría que esta pudiera estudiar de cerca aquellas cosas que solo conocía por medio de los libros.

Las investigaciones de Kathleen conseguirían logros significativos que marcarían la historia, "Creo que hice un gran descubrimiento, pude ubicar el lugar donde creo que está la tumba de Cleopatra, en un templo abandonado al oeste de Alejandría", declara en relación con el posible descubrimiento de la tumba de Cleopatra en una de las mayores ciudades del país que se encuentra en el extremo nordeste de África y la parte occidental de Asia.
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Un logro Latinoamericano
Con 57 años de edad, Kathleen Martínez llevaría más de dos décadas investigando y excavando en Egipto con sus propios ahorros. Es por esto que, ahora que su investigación apunta a rendir frutos, no desea que el mérito sea extranjero, desea que tal descubrimiento pertenezca a Latinoamérica, indicó Kathleen.
“No me rendiré para ser quien le abra la puerta a los que vienen detrás. No me voy a cansar hasta colocarnos en el mapa de la arqueología del mundo", declaró en entrevistas la arqueóloga.

Llegando a rechazar ofertas importantes de arqueólogos de todo el mundo pertenecientes a instituciones reconocidas como Harvard y Oxford, la dominicana se mantendría firme en su idea de que tal reconocimiento pertenece al pueblo latinoamericano. "No acepté porque habría sido un logro extranjero. Y yo quiero que sea latinoamericano, que lleve nuestra bandera", señaló.
El descubrimiento
Las investigaciones de la arqueóloga dominicana apuntan a que la tumba de Cleopatra se encontraría en el templo de Taposiris Magna, a 45 km al oeste de Alejandría, una conjetura que se vería refutada por sus predecesores en la investigación, quienes afirman que tal monumento debería encontrarse en otros palacios reales.

La investigadora se valdría del estudio de diversos textos antiguos para llegar a la conclusión de que se encontraba en el templo de Taposiris Magna, esto con base a que este era el único templo sin información sobre su construcción, los dioses que veneraba o si alguna vez funcionó.
"Creo firmemente que la tumba de Cleopatra no puede estar en otro lugar que no sea Taposiris Magna. Porque en Alejandría, la ciudad misma, no le habría servido porque fue demasiado odiada por los romanos y nunca la habrían dejado descansar en paz junto a Marco Antonio", afirmó Martínez.

Sin embargo, el descubrimiento no sería bien recibido, se pondrían en duda sus conjeturas, incluso por familiares. "Tuve que enfrentarme a las críticas desde el principio, pero eso no era importante; tenía un objetivo y debía centrarme en mi trabajo. Esto pasa cuando intentas cambiar cosas que se han establecido como historia", comparte.
Contra viento y marea
Con poco tiempo en el calendario, Martínez solo contaba con dos meses de licencia para realizar las excavaciones y, con las cuatro primeras semanas perdidas debido a protocolos de documentación, solo tenía cuatro semanas para lograr el primer hallazgo.

Martínez señalaría que la tumba debería encontrarse en un lugar difícil de encontrar, esto con el fin de protegerla de sus enemigos, los romanos, los cuales, si encontraban la tumba, la exhibirían y ridiculizarían como trofeo de guerra. "A pesar de que era prisionera, encontró una manera de morir con dignidad y luego desapareció frente al ejército más poderoso de la antigüedad. Es increíble", señala.
Contra viento y marea, la arqueóloga dominicana se atrevería a buscar en donde ya muchos habían pasado, decidida a encontrar las placas de cimentación del templo en los mismos sitios que habían sido explorados durante un siglo.

"Esos famosos egiptólogos, italianos, franceses, alemanes, húngaros, estadounidenses, ingleses, egipcios y muchos más han buscado antes que yo y fracasaron: cuando dije que descubriría el lugar de los cimientos, todo el mundo se rio pensando que era imposible", expresa Kathleen.
¿Estaba en lo correcto?
En tierras donde ya muchos habían pasado, la arqueóloga se decidió a encontrar algún indicio y, tras un gran trabajo por parte de la arqueóloga y su equipo, cepillando la zona, se encontró un hallazgo que evocó las lágrimas.

Sería una placa de cimentación donde estaba escrito el nombre de la diosa del trono, la magia, la curación y la maternidad, y una de las deidades más importantes del panteón egipcio, la diosa Isis. Este descubrimiento sería inmediatamente conectado con Cleopatra, a quien se le consideraba como la reencarnación de la diosa.
"Cuando lo vimos, no puedo explicarlo, fue uno de los momentos más grandes de mi vida. Solo el nacimiento de mis hijos ha sido más importante que eso", son las palabras de la arqueóloga dominicana que se plantea como la más cercana a poner fin al misterio de la tumba de Cleopatra.
Reyhans Quiroz
Noticia al Día / RT