Este martes, la selección venezolana de sóftbol masculino regresó al país tras conquistar su primer título mundial en la Copa Mundial WBSC 2025, celebrada en Prince Albert, Canadá.
Con una victoria contundente de 3-0 sobre Nueva Zelanda, Venezuela, actual número 4 del ranking global, se consagró por primera vez como campeón absoluto de la disciplina, en una final que quedará grabada en la memoria del deporte nacional.
El Aeropuerto Internacional de Maiquetía fue testigo del recibimiento a héroes vestidos de vinotinto, con sonrisas, lágrimas y una bandera ondeando entre abrazos. Los jugadores fueron recibidos por el ministro Franklin Cardillo, mientras los corazones del país latían al ritmo de una victoria largamente soñada.
Rafael Flores, uno de los protagonistas, resumió el sentir colectivo: “Esto es para Venezuela… aquí está este regalo del sóftbol venezolano para Venezuela completa”. Entre palabras sencillas, dejó ver la unidad, entrega y esperanza que marcó este histórico torneo.
El camino al título se selló con una actuación magistral desde el montículo. Maiker Pimentel, elegido MVP del torneo, lanzó 5.2 entradas con solo un hit permitido, nueve ponches y dos boletos, todo mientras lidiaba con una lesión en el tobillo. La combinación de coraje y calidad lo convirtió en símbolo de esta gesta.
El entrenador Delio López no escondió su emoción: “Tuve el privilegio de dirigir al mejor equipo del planeta, y no por mí, sino por mi familia y todo el pueblo venezolano que necesita este tipo de victoria”. Sus palabras reflejan más que gratitud: hablan de fe, lucha y amor por una camiseta que hoy se viste de campeón.
Venezuela, ahora entre las potencias del sóftbol mundial, se une al selecto grupo de campeones en esta disciplina. Esta hazaña es más que una medalla y un trofeo, es una afirmación de identidad, talento y esperanza.





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