Miércoles 10 de diciembre de 2025
Al Dia

La presión navideña de un maracucho

En plena crisis económica, al igual que Francisco, muchos maracuchos se sienten presionados en plena navidad

La presión navideña de un maracucho
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

No ha llegado la recta final de la temporada de fin de año y la presión navideña es cada vez mayor entre los habitantes de ciudades como Maracaibo y San Francisco. Sin embargo, un joven identificado con el seudónimo de Francisco, con su humor característico, muestra parte de lo que ha vivido a comienzos de diciembre.

En las redes sociales “explotan” los comentarios de marabinos que aseguran sentirse “ahogados” ante la llegada de estas Navidades, que desde el inicio de diciembre se perfilan como unas de las más difíciles de enfrentar.

Con su acento único, un vocabulario lleno de regionalismos y un estilo directo y expresivo, Francisco cuenta su historia usando interjecciones de asombro e indignación, dentro de su “español zuliano distintivo”, marcado por volumen alto y cadencia particular.

Usando frases únicas, a modo de chistes y sarcasmo, relata lo que le sucedió al inicio de la Navidad, conectándose con su audiencia y logrando hacer reír a todos.

Entre sus anécdotas, compartió un mensaje que recibió: “Ve, que te aparté 15 hallacas a cuatro dólares cada una”, le dijo una señora que plancha en casa de una vecina, a la que apenas había visto dos veces. “Lo que no sabe ella es que yo vivo solo con mi mujer, porque los cinco hijos se fueron al exterior, y aun así me metió por los ojos el plato navideño. Me quedé sin hablar. ¡Ahora tendré hallacas hasta Semana Santa y Carnaval!”, comentó en tono jocoso.

La imagen actual no tiene texto alternativo. El nombre del archivo es: images-9-2.jpg

Más adelante, Francisco relató que el teléfono volvió a sonar antes de llegar a su casa, cuando venía del trabajo. Era María, la esposa de su compañero, para decirle: “Ahí te dejé dos panes de jamón tamaño regular, a $10 cada uno, de los que me compraste el año pasado. Salieron un poquito más caros, porque vos sabéis, la inflación no permite bajar los precios”.

El joven comentó entre risas que en su familia a muchos no les gusta este plato y que los panes de María parecen “misiles”. “Comeré pan hasta julio”, ironizó.

Francisco repite en cada mensaje: “Yo no aguanto esta presión. No ha llegado bien la Navidad y ya quiero que se acabe, porque me puse a ver lo que faltaba en la nevera para invitar a los familiares y salgo mejor si me voy para otra casa, aunque sea colao”.

Intercambios, vecinos y exigencias

El humorista relató que la situación es insostenible: “La gente quiere pasar buenas fiestas a costilla de uno. La vecina recién mudada me pidió que le comprara dulce de lechosa a $8 el frasco y majarete a $10, sin saber que en el último examen de azúcar salí raspao y el doctor me dijo que voy derechito a la diabetes”.

También recordó que debe guardar dinero para el intercambio en el trabajo: “Me tocó una viejita más exigente que una miss de pueblo. Ya alertó a todo pulmón: ‘El que me vaya a regalar a mí que no me venga con un Todo a Mil, porque se lo devuelvo en medio de la fiesta’”.

Añadió que tendrá que terminar con la tradición de las reuniones, pues “todo el mundo se quiere ir a pasar el 24 y el 31 a su casa para no tener que hacer nada en la suya, llegar a comer, beber, disfrutar y de paso que le den un regalo en el intercambio”.

Francisco recordó que este año sus hijos y sobrinos deberán conformarse con juguetes tradicionales: “Trompos, guante y pelota, porque no hay para modernos. Leí la carta a San Nicolás y se me bajó la tensión”, comentó en TikTok.

Lo más triste, a su juicio, es que “quieren meterle a uno una rifa de cualquier cosa, desde docenas de corbatas pasadas de moda, que ni siquiera se las ponen los familiares a los muertos para enterrarlos, hasta cajas de ron, que el que se gane la rifa y se lo tome tumba kioscos y demás, acabando en cinco minutos con la fiesta y llevándose hasta las mesas de los veladores”.

Francisco insiste: “Esto de la Navidad en crisis no lo aguanta nadie”. Incluso relató que su expareja, madre de sus hijos, le pidió dinero para estrenos: “Me dijo que es mejor que le dé pa’ los estrenos porque la gente puede decir que anda como una pordiosera y da pena que digan que es por mi culpa”.

“No queda de otra sino depositarle en su tarjeta para que compre lo que quiera, y a lo mejor también le compra el regalito de Año Nuevo a su marido, pero qué más da”, agregó.

Para desahogarse, Francisco invitó a unos amigos a un compartir: “Quise beber y olvidar un poco las penas, no pasar la Navidad solo en la Noche de Paz con un triste arbolito”.

Al día siguiente, con una terrible resaca, lo despertaron para que les hiciera una sopa “pa’ el ratón”. Fue entonces cuando exclamó: “¡No, no, no, no, no, feliz Navidad!”.

Lee también: Continúa cayendo el bono "Feliz Navidad" a través de Patria

Noticia al Día

Noticias Relacionadas