Viernes 06 de junio de 2025
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Jesús Soto: A más de cien años de su nacimiento, su arte en movimiento interactúa con el espectador

Su arte es universal y está diseminado por los cinco continentes del planeta. Sus aportes e investigaciones plásticas fueron neurálgicas para la historia del arte contemporáneo universal

Jesús Soto: A más de cien años de su nacimiento, su arte en movimiento interactúa con el espectador
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Escultor y pintor venezolano que representa una figura importante del arte cinético, que inicia, desarrolla y se convierte en pionero a finales de los años 50. Un artista que después de más de cien años de haber nacido, deja una obra que se hace inseparable del espectador. Nació el 5 de junio de 1923 en Ciudad Bolívar, estado Bolívar.

Fue un destacado artista venezolano, considerado uno de los pioneros y máximos exponentes del arte cinético. Su obra se caracteriza por la exploración de la percepción visual, el movimiento y la interacción con el espacio y el espectador.

Gracias a su magia cinética se convirtió en ícono del arte nacional con mayor difusión e importancia a nivel mundial. Este venezolano fue particularmente famoso por sus «penetrables» esculturas dentro de las cuales, las personas pueden caminar e interactuar. Se ha dicho que el arte de Soto es inseparable del observador, sólo puede estar completo con la ilusión percibida por la mente como resultado de la observación.


A lo largo de su vida, recibió importantes reconocimientos por su labor artística, entre las que destacan: la creación del Museo de Arte Moderno Jesús Soto, de Ciudad Bolívar en 1973, posteriormente en 1984 fue galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas.


Su obra ha sido exhibida en individuales y colectivas en: Bienal de Venecia, Bienal de Sao Paulo, Centro Georges Pompidou de París, Museo de Arte Moderno y Museo Guggenheim, ambos en Nueva York.

En Noticia al Día recordamos al maestro del cinetismo, desde su paso por la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, hasta sus instalaciones vibrantes y sus penetrables que sumergen al espectador. Aunque sus restos sigan en Francia, su espíritu está en las obras que legó en las calles y museos de Venezuela, y en museos y galerías de arte a nivel mundial.

Sigue impactando el mundo del arte

De acuerdo con la página web oficial del artista, “Desde sus inicios Soto intenta ir más allá de la representación bidimensional de las formas geométricas, con el fin de introducir el movimiento, utilizando el método de la repetición”. En 1953 comienza a incorporar la tridimensionalidad a su trabajo con el uso de capas de plexiglás superpuestas que daban la ilusión de movimiento al cambiar de perspectiva. Comenzaba ya a meterse en el arte cinético.

En 1955 inaugura su primera gran exposición, Le Mouvement, en la galería de Denise René de París. Sin embargo, no sería hasta 1957 cuando crea su serie Vibraciones, que lo proyecta como un referente del cinetismo. Consistía en marañas de alambres y materiales móviles como varillas o cuadrados metálicos, puestos sobre un fondo rayado. La web explica que su disposición producía un efecto en el que las piezas “aparecen y desaparecen de acuerdo con el movimiento del espectador, dejando entrever un espacio intersticial: la vibración, el vaivén de lo invisible y lo visible, de lo material y lo inmaterial”.

Jesús Soto se convirtió en un pionero en el uso del patrón de Muaré, al que él solía llamar “visión del movimiento”. Se trata de un fenómeno producido por una interferencia al entrelazar dos conjuntos de líneas paralelas, rectas o curvas, en ángulos y tamaños diferentes. Esto produce un efecto al ojo humano de una serie de bandas superpuestas a las líneas. Cuando ambos conjuntos son de colores distintos, pueden producir un tercer color intermedio.

Noticia al Día / Foto: Cortesía

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