El Pesebre de Canchancha al norte de la ciudad de Maracaibo, emblemático lugar, lleno de misticismo, con más de mil figuras y objetos, elaborados de madera, yeso y arcilla, que, según su autor constituyen el universo de la tierra santa, no abrirá sus puertas este año por primera vez después de 67 años de su creación.
Desde 1958, los zulianos y visitantes de otras regiones del país han disfrutado de éste espacio de gran significado espiritual y religioso, plasmado en diversas formas, texturas y colores, durante el mes de diciembre.
Guillermo Cifuentes Montiel, su esposa María de la Cruz Gómez Álvarez y sus hijos han logrado, con su originalidad, esta escenificación de gran importancia para el cristianismo, creando emotividad a quienes lo visitan por generaciones.
De las manos del artesano Cifuentes, quien viene de una tradición de pesebreros con doscientos años a cuesta, generación tras generación, mantenida hoy por su hijo Nicanor Cifuentes Gómez y su nieto Nicanor Cifuentes Gil, en el mismo lugar donde otrora fue una granja que le dio el nombre a esa orfebrería de la memoria, a esa persistencia y perseverancia que vence cualquier intento de ocultamiento por parte del urbanismo que hoy lo rodea.
Debido a quebrantos de salud, de su creador, según se informó a través de sus redes sociales, no abrirá los portales para que el público disfrute de la obra de uno de los mejores cuentos de la humanidad plasmados en este sector de la ciudad cada Navidad.
Costumbres y expresiones propias en cada estado, resaltando como tradición en los hogares, la representación del nacimiento del Niño Jesús en un pesebre, como imagen de salvación y de amor al mundo. Este espacio de gran significado espiritual y religioso, está plasmado en diversas formas, texturas y colores.
En el estado Zulia, específicamente en la ciudad de Maracaibo, esta familia ha logrado, con su originalidad, la escenificación de gran importancia para el cristianismo. Conocido como Pesebre de Canchancha, lleva 67 años desde 1958, creando emotividad a quienes lo visitan por generaciones.
Así lo expresó Nicanor Cifuentes, nieto del pesebrista nicaraguense Guillermo Cifuentes, quien explicó como fue desarrollándose esta cultura en Navidad. "La tradición viene de mi tatarabuela, de la bisabuela de mi abuelo Guillermo Cifuentes Montiel, en Nicaragua. Mi abuelo nació en Granada, de joven se desplaza a la República de Colombia, ahí conoce a mi abuela María de la Cruz Gómez y tiene cuatro hijos, refirió.
Posteriormente, en 1958, se desplazan hasta la ciudad puerto de Maracaibo, estado Zulia. "El hato Canchancha en las adyacencias del lugar, en donde construyeron su domicilio en Venezuela,comienza la tradición y dan el nombre al Pesebre de Canchancha", detalló Cifuentes.
Cuando colocaban el Pesebre se quedaba hasta cada 2 de febrero, en un horario de 10:00 am a 8:00 pm, para recibir a propios y visitantes, que deseen compartir y celebrar en estas fechas decembrinas.
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