Una avalancha diaria de correspondencias desde todo el mundo, la mayoría manuscritas y postales.
La «mayoría» de las cartas que aterrizan en Roma dirigidas al pontífice provienen de «niños y personas mayores» que forman parte de la población «analógica», dijo a EFE Giuseppe Tersigni, uno de los responsables del centro postal del aeropuerto de Fiumicino.

La correspondencia, que incluye cartas manuscritas, postales, felicitaciones e incluso pequeños paquetes, es procesada exclusivamente en el centro de clasificación postal del aeropuerto, donde operan 950 trabajadores, el único en toda Italia habilitado para gestionar el correo dirigido al Vaticano.
Dibujos infantiles hasta oraciones escritas con manos temblorosas, llegan cada día al papa León XIV, siendo los niños y los ancianos los principales remitentes de esta avalancha de afecto y devoción.
Desde su elección el pasado 8 de mayo, el nuevo pontífice ha recibido correspondencia desde países tan diversos como China, Brasil, Estados Unidos, India y Kosovo, además de múltiples rincones de América Latina y Europa.
Diario Los Andes/ Foto: Cortesía